Hoy nuestra viaje es para la histórica región vinícola de Toro en España. Hablaremos sobre los estilos de los vinos “full power”, de las variedades de uvas cultivadas allí y como el clima y el suelo influencian en el caráter de los vinos.

Empezamos por la ubicación de esa denominación de origen española.

Toro se encuentra situada entre las províncias de Zamora y Valladolid, noroeste de España en el extremo occidental de la Comunidad Autónoma de Castilla y León.

El carácter de los vinos de Toro son reflejo del clima, del suelo, de la altitud y de la edad de las cepas. 

El clima continental extremo es duro con veranos muy cálidos, inviernos muy fríos, con precipitaciones anuales muy bajas. La gran cantidad de horas de sol que reciben los viñedos hacen con que las uvas concentren mucho azúcar.

Terrenos áridos con suelos pobres compuesto de arcilla, arena y conglomerado de caliza. La altitud de 600-800 metros tienen un papel fundamental para la calidad de los vinos.

La variedad emblemática es la Tinta de Toro (Tempranillo) con toda su exuberancia, con vinos tintos: 

• Potentes 
• Intensos
• Taninos abundantes
• Grado alcohólico alto: actualmente se recolectan las uvas en su punto óptimo de maduración adelantando un poco la vendimia. Así se consigue vinos con grado alcohólico un poco más bajo
• Mucha intensidad de color

Sin duda los vinos tintos dominan la región pero también encontramos vinos rosados versátiles y blancos muy interesantes tanto jóvenes como de crianza. 

Muchos bodegueros vinifican sus vinos a través de maceración carbónica obteniendo así vinos más afrutados para consumo temprano.

Además de la Tinta de Toro son también cultivadas: Garnacha tinta, Verdejo, Malvasía, y otras más.

Algunos de los vinos Toro son verdaderas joyas con intensidad y elegancia como San Román (Bodega Mauro), Numanthia , Dominio del Bendito, Belondrade y Lurton, Teso La Monja, etcétera.